Recuerdo perfectamente el día que le pedí a mi amigo Sergio que me aconsejara sobre un japonés en Madrid. Nunca había probado esta cocina y quería sorprender a una acompañante, mujer que no ha dejado ya desde entonces de acompañarme a distintos restaurantes japoneses.
Volviendo a aquella petición a Sergio, me dijo que sin duda llamara a un sitio pero que pidiera sitio en la barra.
Bien empezamos, pensé yo, no conozco esta cocina y encima con cositas raras como no comer tranquilamente sentado en una mesa.
Pero creo que fue lo mejor me pudo aconsejar, para entrar en el magnifico mundo de sushimakitempura sin miramientos y mirando al cocinero a la cara.
Este lugar se llama Tsunami, en la calle Caracas, algo elevado de precio pero con una cocina excelente que además incluye una cocina japonesa algo mas creativa y fue el primero de algunos restaurantes de Madrid que conozco y quiero comentar.
Ayer fuimos como muchas veces a mediodía a comer un “menú ejecutivo” a Kanpai, en Flor Baja. Es un menú de 18€ que sales con el estomago más que feliz. Se compone el menú de sopa miso, arroz, un primero entre sushi, maki , sashimi o ensalada y un segundo entre distintos tariyakis o tempura. Las fotos dicen cual fue nuestra elección.
Justo al lado está uno de los mejores según los entendidos. Miyama. Tengo entendido que es del mismo dueño que el anterior. A mi me pega ir mas de noche por la iluminación, decoración y sinceramente por manía.
Después tengo en mi agenda dos de los que tengo dentro del apartado de “económico”. El Aki y el Hanakura.
El primero esta en la calle Echegaray y es un restaurante sin grandes pretensiones en cuanto a la decoración, con manteles de papel cual bar de menú pero con unos sushis o tempayakis buenísimos. Recuerdo con gran cariño también el sake por un cumpleaños de mi gran amigo Chiqui…5 botellas de sake para celebrarlo.
El segundo está en la calle Murillo, cerca de la plaza de Olavide y es pequeño pero con carta muy sabrosa y, aunque no lo he probado, es por lo visto donde hacen el okonomiyaki mejor de Madrid.
El último del que hoy puedo hablar solo he podido ir desgraciadamente una vez, y no porque lo hayan cerrado, sino porque de momento y hasta que Loterías y Apuestas del Estado no me de una alegría, no es sitio para ir frecuentemente. Hablo del Kabuki Wellington, situado en el hotel que le da apellido. Recuerdo que fuimos porque vimos en las noticias que este restaurante había pillado un hermoso ejemplar de atún rojo de 200kg y que lo iban a terminar en 2 días, así que allí fuimos a comernos todo el atún y su toro o más bien lo que pudimos.
Recuerdo ahora mismo un japonés que visitamos hace poco y que nos encantó pero me hace pensar en otras cosas para poderos contar otro día ya que esta en un país llamado Palau………..