29.10.10

Con palillos entre mis dedos

Recuerdo perfectamente el día que le pedí a mi amigo Sergio que me aconsejara sobre un japonés en Madrid. Nunca había probado esta cocina y quería sorprender a una acompañante, mujer que no ha dejado ya desde entonces de acompañarme a distintos restaurantes japoneses.

Volviendo a aquella petición a Sergio, me dijo que sin duda llamara a un sitio pero que pidiera sitio en la barra.

Bien empezamos, pensé yo, no conozco esta cocina y encima con cositas raras como no comer tranquilamente sentado en una mesa.

Pero creo que fue lo mejor me pudo aconsejar, para entrar en el magnifico mundo de sushimakitempura sin miramientos y mirando al cocinero a la cara.

Este lugar se llama Tsunami, en la calle Caracas, algo elevado de precio pero con una cocina excelente que además incluye una cocina japonesa algo mas creativa y fue el primero de algunos restaurantes de Madrid que conozco y quiero comentar.

Ayer fuimos como muchas veces a mediodía a comer un “menú ejecutivo” a Kanpai, en Flor Baja. Es un menú de 18€ que sales con el estomago más que feliz. Se compone el menú de sopa miso, arroz, un primero entre sushi, maki , sashimi o ensalada y un segundo entre distintos tariyakis o tempura. Las fotos dicen cual fue nuestra elección.

Justo al lado está uno de los mejores según los entendidos. Miyama. Tengo entendido que es del mismo dueño que el anterior. A mi me pega ir mas de noche por la iluminación, decoración y sinceramente por manía.

Después tengo en mi agenda dos de los que tengo dentro del apartado de “económico”. El Aki y el Hanakura.

El primero esta en la calle Echegaray y es un restaurante sin grandes pretensiones en cuanto a la decoración, con manteles de papel cual bar de menú pero con unos sushis o tempayakis buenísimos. Recuerdo con gran cariño también el sake por un cumpleaños de mi gran amigo Chiqui…5 botellas de sake para celebrarlo.

El segundo está en la calle Murillo, cerca de la plaza de Olavide y es pequeño pero con carta muy sabrosa y, aunque no lo he probado, es por lo visto donde hacen el okonomiyaki mejor de Madrid.

El último del que hoy puedo hablar solo he podido ir desgraciadamente una vez, y no porque lo hayan cerrado, sino porque de momento y hasta que Loterías y Apuestas del Estado no me de una alegría, no es sitio para ir frecuentemente. Hablo del Kabuki Wellington, situado en el hotel que le da apellido. Recuerdo que fuimos porque vimos en las noticias que este restaurante había pillado un hermoso ejemplar de atún rojo de 200kg y que lo iban a terminar en 2 días, así que allí fuimos a comernos todo el atún y su toro o más bien lo que pudimos.

Recuerdo ahora mismo un japonés que visitamos hace poco y que nos encantó pero me hace pensar en otras cosas para poderos contar otro día ya que esta en un país llamado Palau………..

27.10.10

De la mezcla de recuerdos y casualidades.


Hay un amigo que dice que la regla de los seis grados, esa que hace que cualquier persona este relacionada con otra del planeta solo con seis grados de diferencia, yo me lo salto y bajo la graduación a dos o tres.
Bueno, no es para tanto pero si es cierto que encuentro la coincidencia muy a menudo.
Estos días se celebra en la Filmoteca Nacional aparte de ciclo de cine coreano, la proyección de películas precandidatas a los premios Goya para que los miembros de la academia y público que no pudieron verlas en su momento puedan tener criterio de voto y critica antes de las fechas de votaciones.
Ayer aproveche la circunstancia de mi estancia en Madrid, obra en casa y estado de desempleo para ir a ver dos cosas por primera vez, a cual mas deshonrosa: visitar los cines Dore donde está afincada la Filmoteca Nacional y ver después de 5 meses desde su estreno mi primera película como jefe de sonido, Madre Amadísima.
Es inviable que haga una critica objetiva de la película porque estuve todo el rato haciendo autocrítica y recordando los calurosos días de rodaje de ese verano de hace dos años.
Lo que si me encanto fue la idea de ir al cine por un precio mas que módico ( 2,50€) y a una hora mas que apropiada para pasar la tarde (17:30), así que hoy de nuevo repetí mi actividad lúdica para ver otra película esta vez dentro de la comedia titulada "que se mueran los feos".
Pues volviendo al mundo de las coincidencias, la persona que me encuentro delante de mi en la fila formada en la calle Santa Isabel no es ni más ni menos que el actor protagonista de Madre Amadísima, José Burgos, con lo que después de ver la película de hoy hemos seguido con esos recuerdos que ya comencé ayer retornándonos al verano de 2008.
Y como dice mi amiga Marta..."¿casualidad?....no lo creo!""

Arrancando (por enesima)

Voy a ver si arranco. Con la crisis como escusa (ya que lo utilizan tanto empresas como bancos, por qué no lo voy a hacer yo), voy a cambiar el rumbo del blog.
En un principio era de ruta culturograstonomicaociosa pero ya digo que no es que salga mucho y cuando lo hago, la verdad, no me acuerdo nunca de este rincon que monté pero que no lo arranco.
El nuevo rumbo va a utilizar el mismo nombre, haya donde voy pero más bien como persona, profesional y "artista".
Espero poder darle fluidez a mis publicaciones.
Gracias al que este al otro lado.